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El cuerpo de un hombre sin vida, envuelto en bolsas de plástico y encintado, acaba de ser encontrado en la zona de Alpachiri, provincia de Catamarca, a unos 200 metros del límite con Tucumán. Según informó la titular de la Fiscalía de Instrucción I del Centro Judicial de Monteros, todo permite presumir que se trata de Luis Armando Espinoza, el trabajador rural de 31 años, que está desaparecido desde el viernes pasado por la tarde, cuando, junto a su hermano Juan Antonio, fue atacado por una partida de policías provinciales en una zona semi rural del departamento de Simoca, Tucumán.

El viernes 15, la policía tucumana intervino para dispersar una cuadrera no autorizada. Luis y su hermano pasaban, en camino desde su casa en Rodeo Grande a la de una familiar en el paraje El Melcho. Los policías golpearon a Juan hasta dejarlo inconsciente, pero antes de desvanecerse pudo ver que uno de los policías disparaba contra Luis y que lo cargaban en una camioneta. Nunca más se supo de él.

La rápida reacción de la familia y amigxs, que salieron a cortar la ruta para visibilizar la desaparición, obligó al poder judicial a intervenir, y, tras recibirse los primeros testimonios e informes periciales -por ejemplo, el hallazgo de sangre en la camioneta-, como informábamos hoy mismo en el Reporte nº 44, nueve policías y un empleado municipal de seguridad fueron detenidos.

Entre ayer y hoy fueron indagados por el delito de desaparición forzada el subcomisario Rubén Montenegro, el oficial auxiliar José Morales, el sargento primero René Ardiles, el sargento Víctor Salinas, los cabos Miriam González, José Paz y Claudio Zelaya, el agente Gerardo González Rojas, otro policía de apellido Romano y Héctor Villavicencio, personal de seguridad privada contratado por el municipio de Monteagudo. En la lista de nombres se destacan los de González Rojas y Zelaya, que en octubre de 2018 mataron a golpes a Alan Andrada (20), detenido a la salida de un boliche, crimen por el que siguen impunes.

Las circunstancias del hallazgo del cuerpo, a bastante distancia del lugar del hecho, cruzando el límite provincial, en un precipicio de 150 metros de profundidad y envuelto en bolsas rodeadas de cintas, el mismo día que el presidente de la Nación, Alberto Fernández, visitó la provincia de Tucumán y se reunió con el gobernador Juan Luis Manzur, revelan un nivel de impunidad que sólo el aparato estatal puede proveer.

Luis Espinoza fue desaparecido y asesinado por la policía.

Es un crimen de estado.

Los gobiernos provincial y nacional son responsables.

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