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Santiago Maldonado fue visto por última vez el 1º de agosto de 2017, cuando intentaba ponerse a resguardo del ataque represivo de Gendarmería Nacional en la Pu Lof Cushamen, territorio Mapuche recuperado. Santiago acompañaba solidariamente a la comunidad y había participado de un corte en la Ruta 40, que reclamaba la libertad del Lonko Facundo Jones Huala. El juez federal Guido Otranto mandó a los gendarmes a desalojar la ruta. Culminado ese operativo, sin orden judicial, bajo el control de Pablo Noceti, segundo de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad de la Nación, que se encontraba en la zona, los gendarmes ingresaron violentamente a la comunidad, ubicada en territorio provincial. Hubo personas heridas y varias detenciones. Y Santiago,  el primer desaparecido en el marco de una represión de fuerzas federales a una comunidad originaria, se sumó a la lista de 209 personas desaparecidas en democracia.

Por 78 días reclamamos su aparición con vida. El 17 de octubre, el cuerpo fue encontrado en el río Chubut, en un lugar que había sido rastrillado tres veces, y varios kilómetros corriente arriba del lugar donde se lo vio por última vez. Mientras tanto, el Minsterio de Seguridad mando a Gonzalo Cané, secretario de Cooperación con los poderes judiciales, ministerios públicos y legislaturas, a Esquel para controlar la presentación de los testimonios de los gendarmes y las operaciones mediáticas que se iniciaron desde el primer día, mientras operaba para espiar a la familia Maldonado.

Desde entonces, son muchas las preguntas que la investigación judicial no ha respondido:

  • Nadie pudo determinar dónde y cuándo murió Santiago.
  • Se encontraron granos de polen adheridos a la ropa, que deberían haberse desprendido no más de 30 días después de la sumersión del cuerpo.
  • Los billetes que tenía en sus bolsillos no presentaban el deterioro esperable tras dos meses y medio bajo el agua.
  • Los libros de registro del operativo están adulterados, y no coincide el kilometraje registrado en una de las camionetas de GNA con la distancia supuestamente recorrida.
  • En el bastón hallado junto al cuerpo se identificó un perfil genético diferente al de Santiago.
  • Este año, una integrante de Gendarmería Nacional del área de Sanidad, declaró bajo reserva de identidad ante el fiscal subrogante. Afirmó que escuchó a los gendarmes decir que habían detenido a un hippie, que lo tenían en el puesto de Gendarmería en la propiedad de Benetton y que estaban tratando de sacarle información. Días después, los escuchó hablar de que “se les había ido la mano”, y recibiendo instrucciones sobre qué hacer con el cuerpo.

Hoy la causa sigue paralizada y reina la impunidad. Por eso, en este quinto aniversario renovamos el compromiso y, junto a la familia, decimos:

#5AñosDeImpunidad

#JusticiaPorSantiagoMaldonado

#ElEstadoEsResponsable

Concentramos en  Plaza de Mayo el 1º de agosto a las 17:00.

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