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Hace muchos años que denunciamos las constantes y sistemáticas violaciones a los derechos humanos contra el pueblo palestino por parte del Estado de Israel, especialmente en los territorios ocupados. El asesinato de Shireen Abu Akleh, trabajadora de prensa de la cadena periodística Al Jazeera, y la grave herida sufrida por su colega Ali al-Samoudi, se enmarcan en la política terrorista que despliega el estado sionista hace décadas, que incluye toques de queda, expulsiones, demoliciones de casas, torturas legalizadas, incursiones armadas sobre población civil, presxs políticxs  y un largo etcétera. 

Shireen y su compañero estaban en la ciudad de Jenin, Cisjordania. Cubrían una redada israelí en un campo de refugiados cuando francotiradores del ejército israelí les dispararon. La trabajadora de prensa recibió un certero tiro en la cabeza.

Fuimos a filmar la operación militar israelí y de repente nos dispararon sin pedirnos antes que nos vayamos o dejemos de filmar” dijo al-Samoudi. “La primera bala me dio a mí y la segunda a Shireen… no había resistencia militar palestina en ese momento”. 

Shatha Hanaysha, otra periodista ubicada en la escena, dijo que el grupo de periodistas eran el blanco de los militares israelíes. Ni siquiera pararon de disparar cuando ella cayó muerta. “La amada estaba decidida a disparar a matar.”

Khalida Jarrar, miembro del parlamento palestino, dijo que Abu Akleh era la voz de los palestinos y “fue asesinada por la monstruosidad del colonialismo y ocupación de Israel … Ella estaba en la mira.” 

Shireen le puso el cuerpo a cubrir la agresión de Israel en Palestina por dos décadas.” Escribió Huwaida Arraf, un activista y abogado palestino-estadounidense.

Denunciamos también a los medios hegemónicos, de Argentina y del mundo, que intentan blindar al Estado terrorista de Israel con el silencio o excusarlo con titulares del estilo “Murió una periodista en medio de un tiroteo entre la policía israelí y manifestantes palestinos” (Infobae). 

CORREPI expresa una vez más el total e incondicional apoyo al pueblo palestino, que resiste heroicamente el accionar asesino israelí y la actitud cómplice de las potencias occidentales. Exigimos el fin de la ocupación de los territorios palestinos, la investigación inmediata de las violaciones a los derechos humanos y la condena y castigo a los culpables. A los pueblos nos debe unir un solo grito:

¡Justicia por Shireen Abu Akleh! ¡Palestina libre!

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