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Palabras de la compañera Gladys, mamá de Javier:
Querido hijo, Chizo, parece mentira se cumplen 6 años de tu partida y parece que fue ayer, no puedo creer que ya no estás más.
Pero sé que se hizo justicia por que el asesino Alfredo Veysandaz le dimos 21 años de prisión.
Me cuesta que no estés más hijo pero yo se que donde estas, nos estás viendo, porque vos eras todo para mi.
Acá dejaste muchos recuerdos, a tus hermanos, y toda una familia que todavía no puedo aceptar que no estés más hijo, y es doloroso por que vos eras un pibe que tenía bondad, tenías todo, eras cariñoso, que puedo decir, más que te llevo en mi corazón y a pesar de todo sigo luchando porque vos me das fuerza Javier.
Lo único que puedo pedir es que ese asesino se siga pudriendo en la cárcel, y no puedo hablar porque cada vez que hablo me hace mal, porque no te tengo. Si te tuviera a vos sería muy distinto, te amo mucho hijo y el día que parta voy a estar con vos. Te amo Chizo.

Palabras de la compañera Bety, mamá de David:
Se cumple 6 años y el dolor sigue como el primer día, más allá de que hayamos logrado justicia pero la falta de David es todo los días igual, no solo en mi sino en sus hermanos. Está presente en cada conversación, en cada reunión, en cada momento de la vida de cada uno de nosotros.
Un aniversario más, un día triste para nosotros y pienso que siempre va a ser así por que no se va el dolor, esa angustia, esa necesidad. Sueño, imagino de cómo sería David el día de hoy, que haría de su vida, como estaría, si ya hubiese sido papá, si me hubiera dado un nieto, cosas que solo te queda imaginar de cómo sería él el día de hoy y como disfrutaría de sus sobrinos, porque tiene un montón de sobrinos que no conoció y ese es nuestro día a día imaginar cómo sería el con sus sobrinos por que amaba a los chicos. Hoy es un día doloroso y triste.

La mañana del 3 de marzo de 2013, David Vivas de 21 años y Javier Alarcón de 15, junto con otrxs chicxs, emprendían el regreso a su barrio Villa Luján de Quilmes, desde la Ribera, donde habían ido a bailar. Caminaban por una calle de tierra, sin vereda, cuando se toparon con el capitán Alfredo Alberto Veysandaz, que salía de su turno en la comisaría 1° de Quilmes.

Al querer pasar rápido entre el grupo de jóvenes, el policía les tiró encima el coche y comenzó una discusión, en la que no se demoró en sacar su arma y disparar por la espalda a David y Javier, hiriendo también a Marcelo Luques, hermano de Javier. “Nos tiraba como si fuéramos pajaritos” diría una de las testigos que en ese momento tenía 13 años.
Veysandaz sacó el cuerpo de Javier que había caído sobre el capot de su auto, se subió y se fue, con la tranquilidad que les da el estado a los asesinos de uniforme. Estuvo prófugo 3 días durante los cuales los medios hablaban de justicieros y ladrones, instalando la versión oficial, mientras los testigos y las pruebas eran otras.

Fueron 3 años de lucha incansable, junto a las familias y organizaciones compañeras, hasta llegar al juicio donde se pudieron derribar los relatos que replicaban los medios acusando a las víctimas. Quedó expuesta la criminalización que sufren lxs pibxs de barrio, y se comprobó una vez más que las únicas balas que se encuentran son las del estado.

”Hace tres años, los diarios titulaban que un justiciero había abatido dos hampones y herido un tercero. Hoy, gracias a la lucha organizada, tres juezas tuvieron que reconocer que el subcomisario Veysandaz es un asesino, que fusiló a los chicos, y que debe seguir preso”
Así comenzaban, después de la sentencia, las palabras de nuestra compañera María del Carmen Verdú frente a lxs familiares, amigxs, medios y organizaciones compañeras que sostuvieron su presencia frente a los tribunales de Quilmes, durante las largas jornadas del Juicio.

El subcomisario Alfredo Veysandaz fue condenado a 21 años de prisión. La defensa presentó un recurso de inaplicabilidad de la ley, que fue rechazado el 23 de noviembre del 2018 por la Corte Suprema Provincial, dejando firme la condena de 21 años.

En ese entonces, el gobierno de Cristina Fernández mataba una persona cada 28hs. Hoy, Mauricio Macri, Patricia Bullrich y compañía profundizaron la avanzada represiva estatal y alcanzaron el promedio de una persona asesinada cada 21hs. La “Revolución de la alegría” nos mata más de unx pibx por día.

Desde CORREPI seguimos convencidxs de que la única manera de frenar el ajuste y la represión, gobierne quién gobierne, es con unidad, organización, y lucha.

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