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Hoy 22 de junio se cumple un nuevo aniversario del fusilamiento de Jonatan “Finito” Novoa.
Él solía frecuentar con sus amigos el Dique Roggero (en Moreno), y fue en ese mismo lugar, en el año 2019, que la policía le arrancó la vida de cinco tiros.
Los responsables desenfundaron su arma mientras estaban de civil, es decir fuera de servicio. Fueron los oficiales Gonzalo Ezequiel Funes y María Gabriela Enríquez, de la Policía Bonaerense.

Como en la mayoría de los casos, jueces y fiscales tomaron como propia la versión policial, garantizando que la impunidad continúe siendo la regla.

Desde CORREPI, denunciamos que es sistemático lo que le pasó a Jonatan: los uniformados todos los días hostigan, persiguen y matan a los pibes y pibas en nuestros barrios; denunciamos que luego es el mismo estado el que les garantiza la defensa e impunidad, mientras que las familias de las víctimas pagan tasas y gastos para acceder a la justicia.

Por Jonatan y por todxs decimos:
Prohibición del uso del arma reglamentaria fuera del horario de servicio YA.
Cárcel efectiva a los responsables de hechos de violencia y represión estatal.

¡BASTA DE GATILLO FÁCIL!

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