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Estamos a dos meses de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), y el número de casos que conforman nuestro Archivo se acrecenta. Más de una persona por día muere por el gatillo fácil, por la tortura en cárceles y comisarías u otras modalidades represivas; y más de la mitad de estas muertes son jóvenes menores de 25 años.

En el contexto actual, en el que la derecha corre la línea de discusión imponiendo en la agenda mediática debates que creíamos saldados- como, por ejemplo, la aprobación del uso de las pistolas Taser para la Policía de la Ciudad- resulta fundamental recordar que la lucha antirrepresiva se gana en las calles, exigiendo medidas concretas que ayuden a terminar con estos crímenes de estado.

Frente a este panorama político y social, en el que la militancia antirrepresiva se vuelve todo un desafío, creemos que recordar los casos en los que nuestrxs pibxs fueron fusilados es traer a la memoria su recuerdo, para que no haya olvido ni perdón para sus asesinos y el estado que los apaña: 

  • Hace 18 años, el 26 de mayo de 2004,  en Villa Tessei, Hurlingham, el policía bonaerense José Luis Díaz asesinó de un tiro en la nuca a Cristian Marcelo “Empanadita” Bogado, un joven de 20 años.

Nosotrxs, como dice nuestro compañero Nicanor- papá de Marcelo y militante de CORREPI- “seguimos luchando por la JUSTICIA NUESTRA, POR DEMOCRACIA, POR AMOR POR LIBERTAD PROLETARIA Y EN CONTRA DE NUESTROS ENEMIGOS”.

  • El 6 de mayo de 2016, Damián Orué y su amigo Kevin iban a la cancha cuando Lucas Navarro, policía federal, les disparó porque se habían acercado a su auto. Damián cayó a los pocos metros alcanzado por una bala que entró por su espalda. El policía Navarro no estaba de servicio, pero usó su arma reglamentaria para disparar contra Damián y Kevin.
  • El 12 de mayo de 2017, Iago Ávalos y su amigo Nicolás, fueron perseguidos por el subcomisario de la Policía Federal Argentina, José Ernesto Pérez Buscarolo, quien se encontraba en su domicilio y al advertir que le estaban robando las tasas de su auto, salió en persecución por 20 cuadras de los dos jóvenes. El episodio terminó con Iago asesinado por la espalda y Nicolás herido.
  • La noche del 20 de mayo de 2019, en San Miguel del Monte, provincia de Buenos Aires, Gonzalo Domínguez (14), Rocío Guagliarello (13), Camila López (13) , Danilo Sansone (13), y Aníbal Suárez (22) salieron a pasear por el pueblo a bordo de un viejo auto. A poco de andar, se cruzaron con una comitiva policial que los persiguió, intimidó y disparó sobre el vehículo en movimiento. Como consecuencia de este brutal ataque policial, el auto se estrelló contra un camión estacionado. Cuatro de lxs chicxs murieron en el acto y Rocío logró salvar su vida, con graves lesiones. Pasaron muchas horas en las que imperó, con el respaldo gubernamental,  la “versión oficial” del relato policial.  Pero los vecinos que vieron, oyeron y comprendieron la verdad, no se callaron.
  • El 3 de mayo de 2020, a las seis y media de la mañana, en José C. Paz, la oficial de la Policía de la Ciudad Melina Luján San Roque, de franco y de civil, disparó al menos cuatro veces contra Santiago Dylan Santucho, de 17 años, y le acertó dos proyectiles. Uno de ellos, que ingresó al cuerpo en el glúteo izquierdo, causó la muerte del adolescente.
  • Luis Jonathan Morales tenía 14 años cuando el 7 de mayo de 2021, casi a la medianoche, en Garín, el policía provincial Gonzalo Gabriel Toscano sacó su arma reglamentaria y disparó por lo menos dos veces. Uno de los disparos dio a Jonathan en la ingle. El argumento de Toscano fue que un grupo de chicos intentó robarle, lo cierto es que las únicas vainas que se encontraron en el lugar fueron de su arma. 

A dos años del asesinato de Jonathan, su familia, amigxs y compañerxs exigimos justicia.

  • El miércoles 26 de mayo de 2021, Richard Junior Gómez, un pibe de 25 años con adicciones que vivía con su familia en Monte Grande, subió a una pieza en desuso en la parte superior de la casa y por allí salió al techo, como a veces hacía para eludir la vigilancia familiar sobre su consumo. Una vecina, oficial de la policía bonaerense de 27 años, se despertó de la siesta y lo vio por la ventana. Salió al patio con su arma reglamentaria y disparó seis veces contra Richard. Tres disparos le impactaron, uno en la nuca. 
  • El 28 de mayo de 2021, Franco Cardozo fue detenido por tres móviles del Centro de Operaciones Tigre (COT) y uno del Comando Patrullas Tigre (CPT), de la Policía Bonaerense. Iba caminando hacia su casa, cuando la policía lo paró, y con la excusa de no llevar barbijo, comenzaron a golpearlo para subirlo a un patrullero. Los golpes que le dieron le causaron la muerte. Los policías que mataron a Franco aún siguen en libertad. Nosotrxs seguimos luchando en las calles para que se castigue a los responsables.

Estas prácticas que denunciamos son cotidianas dentro de las fuerzas de seguridad. De ser prohibidas, sin dudas bajaría la cantidad de casos de gatillo fácil. Pero, para ello, es necesario que el estado reconozca la existencia de estas muertes y el poder judicial deje de justificarlas.

En el mes de mayo, como todos los meses, recordamos a todxs nuestrxs pibxs asesinadxs por el estado, y decimos: ¡presentes, ahora y siempre!

Por ellxs, y por todxs lxs que aún sufren el hostigamiento y la persecución de las fuerzas represivas del estado, exigimos:

•Prohibición a las fuerzas de seguridad del uso del arma reglamentaria fuera de servicio.

•Gratuidad para el acceso a la justicia de víctimas y familiares de víctimas de la represión estatal.

•Prohibición de la asunción de la defensa de las fuerzas de seguridad por parte del estado.

•Juicio y castigo efectivo para los asesinos.

¡Basta de Gatillo Fácil!

¡Basta de muertes en comisarías!

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