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Diciembre siempre es un mes difícil cuando la crisis económica castiga. Y este año no es la excepción. Una política de gobierno que deja un tendal de despidos, que profundiza la pobreza y miseria de los sectores que ya no tenían trabajo. Y las respuestas siempre son las mismas: más violencia y represión como forma de disciplinamiento social.

Para muestra sobran botones


En uno de los barrios de la zona sur de CABA, villa 20 en Lugano, mientras las familias festejaban la navidad, Gabriel González volvía a su casa y se encontró con que la policía de la ciudad hacía un “operativo” y no lo dejaba pasar por el pasillo que iba a su casa. Tras una discusión, Gabriel recibió un golpe en la cabeza por parte de la policía y luego, como se ve en los videos, otro uniformado que llega en una camioneta, sin mediar palabras, le dispara con una escopeta en el pecho, lo que le ocasiona la muerte.

Por si la crueldad de asesina a alguien en la navidad no fue suficiente, la misma policía no permitió que Gabriel recibiera asistencia, hirieron a Nelly (su esposa) y luego se los llevaron detenidos a ella, su hijo (y de Gabriel) Dante y a uno de los vecinos que había intentado ayudar a Gabriel.
Lo que la policía de la ciudad hizo con Gabriel en Lugano, plena Capital Federal, es lo que venimos denunciando que sucede a diario y que se va agravando con la implementación de más políticas represivas implementadas por el Ministerio de Seguridad Nacional y festejadas por el mismo presidente.

Las muertes por gatillo fácil y en lugares de detención no sólo están aumentando de manera exponencial sino que además van por legalizar está práctica definitivamente. Con la reforma del código penal que promueve el gobierno, las víctimas de estos asesinatos por parte del estado ni siquiera tendrán derecho a que se investigue, a que se juzgue y mucho menos a que se castigue a los culpables. Un círculo que garantiza la impunidad absoluta a las fuerzas para matar.

Por supuesto esto responde a una necesidad de quienes tienen el poder de disciplinar a los pobres, mantener a raya a quienes sufren las políticas de ajuste que nos van dejando sin nada.

Pero muy por el contrario, la dignidad y odio ante la injusticia se impone. Por eso, después del asesinato de Gabriel, los vecinos y organizaciones del barrio acompañamos a la familia y salimos a gritar por justicia para Gabriel y por tantos pibes y pibas aseinados por el gatillo fácil y la represión.

  • Leo Sotelo (01/12/2016): en la madrugada, Leo fue asesinado por el oficial de la policía bonaerense, Giuliano Armando Fattori, que disparó a él y a su amigo Alan mientras iban en su moto por Burzaco. El policía disparó nueve veces con su arma reglamentaria. Leo recibió tres disparos, dos por la espalda, que terminaron con su vida. Otro de los disparos alcanzó a herir a Alan. Fattori quedó en libertad ya que el tribunal consideró el asesinato como “legítima defensa”.
  • Nahuel Acosta (07/12/2019): fue fusilado en su mismo barrio, Villa 21-24, por el policía de la ciudad Daniel Alejandro Lucero Quiroga. El oficial disparó con su arma reglamentaria estando fuera de su horario de servicio y de civil. En 2022, logramos que la Cámara revocara el sobreseimiento y se realizaran las pericias correspondientes que demuestran que Nahuel fue fusilado por la espalda por el policía. Pero Lucero aún no fue condenado.
  • Eduardo Ramón Ocampo (07/12/2021): fue fusilado por la espalda por el oficial de la Policía de la Ciudad, Juan Federico López.
  • Pablo Kukok (08/12/2017) fue asesinado por el policía Luis Chocobar en el barrio porteño de La Boca. Bajo el gobierno de Macri, Chocobar fue tomado como “un ejemplo” por Patricia Bullrich, también ministra de seguridad en ese momento, instaurando esta práctica como doctrina. Hoy vuelve a implementarse para devolver todas las facultades y garantizar la impunidad para el gatillo fácil.
  • Luciano Olivera (10/12/2021) Luciano regresaba a su casa en la localidad de Miramar. Iba en su moto después de jugar al fútbol con sus amigos en el Anfiteatro Lolita Torres. Fue víctima de una persecución policial, que terminó con el policía bonaerense Maximiliano González fusilándolo. Cuando la familia llegó al lugar de los hechos, fueron reprimidos. Los acusados son: Maximiliano González, acusado de homicidio triplemente agravado; Nelson Albornoz, acusado de incumplimiento de deberes de funcionario público, encubrimiento doblemente agravado y falso testimonio; Kevin Guerricagoitía y Rocío Mastrángelo, acusados de encubrimiento doblemente agravado y falso testimonio; y Alejandro Cepeda, acusado de encubrimiento doblemente agravado. Hasta el momento, solo los dos primeros acusados se encuentran detenidos esperando el juicio.
  • Nahuel Bagnato y Tomás Muñoz (12/12/2022): tenían 24 y 19 años cuando en Ciudad Evita fueron fusilados por el policía federal Gustavo Hernán Orona por la espalda.
  • Ariel Santos (22/12/2016): fue asesinado por la policía de la Ciudad, Carla Céspedes. Ariel había intentado robar en un supermercado pero no pudo, y al escapar cae de la moto y levanta una de sus manos para pedirle a la policía que pare, disparó 5 veces, tres de ellos impactaron en su tórax, abdomen y muñeca. Carla Céspedes mató a Ariel Santos, lo sabemos nosotrxs, lo saben las cámaras que registraron todo. Seguimos exigiendo justicia al Poder Judicial.
  • Sonia Colman (24/12/2007): fue alcanzada por una bala de escopeta del teniente de la policía bonaerense Oscar Benitez que disparó nueve veces en plena vía pública a un auto en el que escapaban supuestamente dos ladrones. El disparo atravesó el corazón de Sonia que estaba trabajando de vendedora ambulante en la calle. En 2011 logramos la condena de Benitez, 8 años y medio de prisión.
  • Federico Godoy y Franco Orellana (28/12/2020): tenían 16 y 17 años cuando tomaron un Cabify cuyo conductor era el policía Gastón Lorenzo Cortéz de la comisaría 4D, quien en ese momento se encontraba fuera de servicio al ser su franco laboral. El policía, alegando un supuesto asalto, le disparó en la cabeza a uno de los menores, y a otro por la espalda, quien murió horas después.
  • Damián Gómez (2/12/2018): tenía 16 años cuando fue asesinado por el sargento de la policía federal Hernán Marcelo Salvatore. El policía se encontraba de civil cuando disparó trece veces con su arma reglamentaria, cerca del barrio de Ciudad Oculta. Los policías involucrados se negaron a darle la asistencia médica inmediata que requería y tras un tiempo considerable lo trasladaron en un patrullero sin la debida intervención de una ambulancia.
  • Agustín Cruz (29/12/2018): tenía 17 años cuando fue fusilado. Esa noche andaban en moto por Monte Grande junto a un amigo, cuando dos balazos del policía Matías Ezequiel Rodríguez lo sorprendieron por la espalda. Falleció horas después en el hospital Santa María.

Este ha sido un año muy difícil, pero de importantes luchas de resistencia que nos muestran que el camino sigue siendo la organización y la unidad en las calles.

En ese camino, nos tomamos el tiempo para encontrarnos entre compañerxs, abrazarnos y recuperar la alegría de seguir luchando por un mundo que merezca ser vivido.

Por nuestras pibas y pibes.

No a la legalización del gatillo fácil

Basta de represión

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