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A 43 años del golpe, estamos en esta Plaza alzando las banderas de una generación que dio su vida por conquistar una Argentina sin explotación ni opresión. Comprometidos con esos ideales, frente a los negacionistas de esta Casa Rosada, decimos: ¡30.000 compañeros detenidos-desaparecidos, presentes!
Venimos a repudiar el aniquilamiento de decenas de miles de compañeros y compañeras. A repudiar el terrorismo de Estado, que empezó sus ensayos antes del golpe con el Operativo Independencia en Tucumán, la Triple A y demás bandas fascistas. A repudiar el secuestro y tormento de menores, los vuelos de la muerte, la tortura a las embarazadas, el robo y apropiación de bebés. A repudiar el modelo que la dictadura impuso: de entrega, de mayor explotación y liquidación de conquistas obreras, de brutal endeudamiento externo, de violación de cada derecho y cada libertad democrática. Denunciamos al imperialismo, a los banqueros y a la oligarquía que planificaron el golpe. A las empresas y dirigentes sindicales traidores que entregaron cuerpos de delegados enteros, como en Ford, Mercedes Benz o el Ingenio Ledesma. A la mayoría de la cúpula de la Iglesia que los bendijo. Al Poder Judicial que los amparó. A los políticos que los avalaron. Y a los grandes medios cómplices que les lavaron la cara a todos ellos.
La dictadura instaló más de 600 campos de concentración y ejecutó un plan sistemático para aniquilar a miles de dirigentes y activistas obreros y populares que adoptaron diversas formas de lucha. El saldo del genocidio fueron 30.000 detenidos-desaparecidos y miles de personas presas y exiliadas.La dictadura quiso liquidar así el vasto movimiento popular que luchaba por cambios de fondo. Buscó destruir toda forma de organización social: cuerpos de delegados, centros de estudiantes, organizaciones políticas, barriales, profesionales, culturales.
Estamos aquí por los 30.000. Por las vidas que nos quitaron, las familias que desguazaron y los sueños que nos quisieron robar. Por cada militante, de cada organización. Por cada grito en la ESMA, el Olimpo, el Vesubio, el Atlético, La Perla, el Banco, los Pozos de Banfield, Quilmes, Arana, en las escuelitas de Famaillá, Neuquén, Bahía Blanca, en cada lugar maldito de detención, tortura y exterminio. Por Azucena Villaflor, Mary Ponce y Esther Balestrino, Madres de Plaza de Mayo secuestradas y asesinadas. Por Chicha Mariani y por todos los que aún esperan.Por los intelectuales que no aflojaron. Por las monjas francesas, los padres palotinos, monseñor Angelelli y demás religiosos desaparecidos. Por la voluntad inquebrantable de las y los compañeros que aun dentro de los centros clandestinos impusieron la solidaridad frente al terror. Por quienes al salir de prisión o cautiverio denunciaron a sus verdugos y testimoniaron por sus compañeras y compañeros. Por cada activista que se sumó a la resistencia contra la dictadura,que iniciaron las Madres en esta misma Plaza y que incluyó seis paros generales. Así nació esta memoria, que reivindicamos. Ydesde acá decimos: ¡son 30.000, fue genocidio!
En estos años de lucha logramos anular las leyes de Punto Final y Obediencia Debida de Alfonsín, los indultos de Menem, reabrir las causas contra los genocidas y llevarlos al juicio y castigo. Condenamos a cientos de ellos. Miles de testimonios dan cuenta de esta historia. Construimos memoria en cada lugar de trabajo, de estudio, en cada barrio. Desde ya, este enorme movimiento por los derechos humanos, de tres generaciones luchando codo a codo, recibió golpes. La desaparición de Julio López en 2006,y el encubrimiento del Estado y el gobierno a la Bonaerense. Los juicios fragmentados que nos impuso el Poder Judicial, negándose a juzgar a todos los genocidas por los crímenes cometidos contra todos los compañeros y compañeras. Y la negación de la mayoría de la justicia a condenar a los represores por el crimen que cometieron: genocidio.
Pero seguimos aquí, sin bajar ninguna de nuestras banderas.Por eso desde el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia hemos denunciado al gobierno de los Kirchner, que nombró a Berni y a Milani. Que montó el Proyecto X de espionaje. Que bajó la edad de imputabilidad a 16 años. Que elevó el gatillo fácil a uno cada 28 horas, incluida la desaparición forzada seguida de muerte de Luciano Arruga. Que usó la Gendarmería para reprimir luchas populares.Y que aprobó la llamada “ley antiterrorista”.
Hoy venimos a denunciar que el gobierno de Macri, Cambiemos y su ministra Patricia “Bolsonaro” Bullrich es un cambio cualitativo en el ajuste, la entrega, la impunidad y la represión. Niega el genocidio, lentifica los juicios y quiso premiar a los genocidas con el 2×1, pero lo derrotamos en las calles. Este gobierno impulsa el beneficio de la prisión domiciliaria a casi 100 represores, incluido el Tigre Acosta. Devolvió privilegios a las FF.AA. y niega sus crímenes. Habilita a las fuerzas de seguridad para la represión interior, incluidos la dessaparicion seguida de muerte de Santiago Maldonado y el asesinato de Rafael Nahuel. Construye nuevos “enemigos internos”. Mantiene presas y presos políticos. Con su doctrina Chocobar autoriza a la policía a disparar por la espalda, subió el gatillo fácil a uno cada 21 horas y pretende bajar aún más la edad de imputabilidad. Se arma con picanas Táser y gases tóxicos. Asesinó a Rodolfo Orellana y Marcos Soria. Y reprime y judicializa más duramente las protestas sociales.
Además, el escándalo Stornelli-Ramos Padilla sacó a luz la oscura trama entre gobierno, justicia, servicios secretos y embajadas extranjeras para espiar, poner jueces más adictos y montar operaciones políticas. Por eso decimos: ¡Ningún genocida libre!¡Basta de impunidad!¡Libertad a nuestro compañero Daniel Ruiz!, injustamente preso por enfrentar la reforma jubilatoria el 18 de diciembre de 2017, jornada de lucha que marcó un verdadero hito. ¡Libertad también a Milagro Sala, Luis D’Elía, Facundo Jones Huala en Chile y demás presas y presos políticos!
La política de Macri profundiza brutalmente los bajos salarios y jubilaciones, la flexibilización laboral, los despidos y suspensiones, los tarifazos de servicios públicos, el recorte de los planes sociales, el saqueo de las corporaciones y el endeudamiento externo y eterno, con su consecuencia de hambre y miseria.
El gobierno anterior no rompió con el FMI y fue “pagador serial” de deuda ilegítima y fraudulenta. A su vez, Macri pactó un sometimiento total y ahora tenemos al Fondo instalado en las oficinas del Banco Central monitoreando el ajuste. Por eso decimos: ¡Fuera el FMI! ¡Anulación del acuerdo! ¡No pago de la deuda externa!
Pero Macri no hace esto solo. Como Cambiemos no tiene mayoría en el Congreso, pudo aprobar el Presupuesto 2019 de ajuste con votos de sectores del PJ, el massismo y otros. Y ese ajuste lo aplica no sólo con Vidal, Larreta y Cornejo, sino con ayuda de los gobernadores cómplices, que también ajustan y reprimen. Ahí está por ejemplo Urtubey en Salta, que reprime a los hermanos originarios. Ahí está Alicia Kirchner en Santa Cruz, aplicando el ajuste. Ahí está Manzur en Tucumán, que como Morales en Jujuy viola los derechos humanos de niñas violadas y embarazadas. Y hay otros gobernadores, oficialistas u “opositores”, que actúan igual contra el pueblo. Por eso este 24 de Marzo decimos: ¡No al ajuste y la represión de Macri, el FMI y los gobernadores cómplices!
Pero la clase trabajadora, las mujeres, los y las jóvenes y sectores populares estamos lejos de ser derrotados. Pese al freno y las traiciones de la burocracia sindical, en todos lados se pelea contra el ajuste. Los ambientalistas resisten el extractivismo y la contaminación. Los pueblos fumigados resisten los agrotóxicos. Los migrantes resisten las medidas xenófobas. Las y los trabajadores desocupados, jubilados y los pueblos originarios defienden sus derechos, y los mapuches acaban de lograr un fallo absolutorio. Las y los trabajadores del Astillero Río Santiago lograron frenar la privatización y los despidos. En Télam, FATE, Pilkington, Coca Cola, Sport Tech, Pedidos Ya, Canale, SIAM y AGR y otras empresas los y las trabajadoras resisten los despidos y los falsos “procedimientos de crisis”.

¡Sigamos el ejemplo de la docencia autoconvocada de Salta, que con su lucha conquistó un 40% de aumento salarial!¡Sigamos el ejemplo de las mujeres y las disidencias, de esa imparable marea verde, como lo vimos el 8 de Marzo aquí y en todo el país! ¡Esa marea feminista, que con las jóvenes al frente inunda las calles para exigir aborto legal, basta de femicidios, presupuesto contra la violencia de género, educación sexual integral, respeto al protocolode ILE, niñas no madres, no a la trata y explotación sexual, separación deIglesia y Estado, y demás derechos!
Ante la crisis en Venezuela, en el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia conviven distintas posturas sobre Maduro:desde apoyo, hasta oposición frontal a su gobierno. Pero todas y todos defendemos el derecho de ese pueblo hermano a decidir su destino y nos une un mismo grito:¡Fuera yanquis de Venezuela y de América Latina!
Saludamos al pueblo de Brasil, que resiste al facho Bolsonaro. A los chalecos amarillos de Francia. Al heroico pueblo kurdo y los sectores turcos que resisten al dictador Erdogan. A la nueva primavera árabe de Argelia, Túnez y Sudán. A la heroica Palestina, que una vez más resiste los ataques militares de Israel.
Hoy volvimos a colmar esta Plaza, nuestra Plaza, y marchamos en toda la Argentina e incluso en el exterior. No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos. Son 30.000 y Fue genocidio. Basta de impunidad. No al ajuste y la represión de Macri, el FMI y los gobernadores cómplices.
Y porque siempre traen luz a nuestras cabezas y fuego a nuestros corazones, gritamos de nuevo: ¡30.000 compañeras y compañeros detenidos-desaparecidos, presentes! ¡Ahora y siempre!

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