La que miente (de nuevo) es Patricia Bullrich

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La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich dio una larga entrevista al diario Infobae, en la que defendió a fondo la política represiva del gobierno de Cambiemos, y dejó claro que, ante la imposibilidad de recurrir a los anunciados “logros económicos”, desbaratados por sucesivas “tormentas” y porque “pasaron cosas”, el eje central de su propaganda electoral apelará al “voto bala”. La reinstalación de la iniciativa de penalizar adolescentes desde los 15 años de edad, el mismo segmento etario al que quieren arrebatar las escuelas nocturnas que permiten estudiar a quienes se ven obligadxs a trabajar precozmente, es la más reciente novedad, que se suma al anuncio, en la misma semana, del programa Restituir, que reinstala con todos los honores a policías, gendarmes y otros miembros de fuerzas de seguridad que estuvieron suspendidos pendiendo investigaciones judiciales, y de la incorporación de las pistolas Taser al ya abultado arsenal policial, y al conjunto de medidas y declaraciones públicas que vienen definiendo, desde mediados de 2017, la instalación de un régimen de excepción con suspensión de derechos y garantías individuales y colectivos.

En ese marco, no faltó el interrogante del cronista sobre el anticipo del Archivo de Casos que CORREPI hizo la semana pasada. La pregunta, por cierto, estuvo mal formulada, ya que no denunciamos “un caso de gatillo fácil cada 22 horas” durante los tres años de gobierno de Cambiemos, sino “una persona asesinada por el aparato represivo estatal cada 22 horas”. Nuestro Archivo registra todos los hechos a través de los cuales el estado mata personas que no generaban peligrosidad alguna para el homicida o para terceros.

Además de los fusilamientos de personas desarmadas en la vía pública, a los que refiere la expresión “gatillo fácil”, el Archivo incluye las muertes en lugares de detención, como cárceles y comisarías, los asesinatos en la represión al conflicto o la protesta social, los femicidios cometidos por miembros de las fuerzas, las desapariciones forzadas, etc. La habitual confusión deriva probablemente de que el gatillo fácil, en proporción casi pareja con las muertes bajo custodia, representa la enorme mayoría de los casos del Archivo y a veces es mal usado como sinónimo liso y llano de represión.

La respuesta de la ministra, igual que el año pasado, recurrió al “miente, miente…”, apostando a que algo quede.

CORREPI no necesita responder punto por punto las mentiras de Bullrich. Ya el año pasado la invitamos a debatir públicamente caso por caso, después de publicar el listado de casos registrados entre el 10/12/2015 y fin de 2017, que cualquier persona puede consultar en www.correpi.org, en el link Archivo de Casos. Después de la provocación reiterada, sólo hubo silencio del gobierno, que no pudo desmentir un solo caso.

Este año, como informamos la semana pasada, no hemos terminado aún la tarea de carga y sistematización de datos correspondientes al fin de 2017 y 2018, debido a la enorme cantidad de información a procesar y el mayor tiempo que debimos destinar a estar en las calles en cada conflicto represivo. De hecho, desde que emitimos el comunicado anunciando la postergación de la publicación del Archivo, incorporamos nuevos casos de ambos años, que ya suman más que los 1.206 anunciados del total de la gestión de Cambiemos.

El 15 de marzo de 2019, a las 19:00, estaremos en Plaza de Mayo para exponer los datos del Archivo 2018. La ministra Bullrich no será seguramente bienvenida si decidiera acercarse ese día a debatir mano a mano, pero al día siguiente tendrá publicada la nueva lista, en la que seguimos trabajando, y a la que ya debimos empezar a sumar los primeros casos de 2019.

Mientras tanto, señora ministra, cállese. O, mejor aún, renuncie.

 

 

 

Eso es una mentira. Mienten descaradamente. Hay que pedirle a la Correpi los nombres y apellidos de quiénes son esos casos. Si en la Argentina hubiera un caso de gatillo fácil cada 22 horas estaríamos hoy con todas las fuerzas de seguridad echadas. No tendríamos un solo policía. Si para la Correpi matar a un delincuente que intenta asesinar a alguien es gatillo fácil… bueno. Tampoco en los homicidios que hay en la Argentina hay un componente que nunca daría ese número. Hay un 25% de femicidios, hay mucho homicidio intrafamiliar que es otro porcentaje importante y luego los que matan los delincuentes y ahí ya prácticamente está el 100%. No creo que los muertos en manos de policías jamás de esa cifra que dice la Correpi. Además, ¿cada vez que un policía mata a un delincuente es un gatillo fácil? Entonces cuando un delincuente mata a un civil ¿qué es un gatillo difícil? Por qué no cuentan los delincuentes que matan gente. Porque para mí gatillo fácil es un policía que no actuando como policía usa el arma que el Estado le da para matar a alguien de manera irresponsable o porque la cara no le gustó o por lo que sea. Eso es gatillo fácil. Pero un policía que ante al represión de un delito infraganti o un enfrentamiento utiliza su arma para defender al ciudadano no es gatillo fácil. Hay que leer lo que dijo el juez Lleral cuando cerró el caso Maldonado: “La lógica de la manipulación y la mentira para generar un estado de las cosas que no existieron”… Esto es lo mismo. Es la lógica de la mentira para inventar algo que no existe. Han muerto muchos menos policías de los que morían antes y han muerto muchos menos civiles de los que morían antes. Esa es la verdad”.

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