En este 8M sobran las razones para seguir estando en las calles contra la desigualdad del sistema patriarcal que oprime, explota y mata.
Las fuerzas de seguridad no son la excepción, son una columna vital para sostener este sistema.
Al cruzar el Archivos de Casos de personas asesinadas por el aparato represivo estatal de CORREPI con los registros nacionales de femicidios, se verifica que uno de cada cinco femicidios son cometidos por integrantes de las fuerzas de seguridad. Una razón más para exigir la prohibición del arma reglamentaria fuera de servicio, porque el 90% de esos femicidios “de uniforme” son cometidos de franco, pero con la reglamentaria.
Tampoco podemos dejar de nombrar las violencias y violaciones usadas como herramienta de tortura en cárceles y comisarías, ni las muertes de mujeres, trans y travestis bajo custodia, como Florencia Morales en San Luis o Fátima Belén en Formosa.
Repudiamos el pago de la deuda al FMI, porque el mayor ajuste y la represión caerá fuertemente sobre las mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries, agudizando la pobreza y la opresión que padece esa población con más desigualdad, desempleo y precarización laboral.
8M: Todas en las calles
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