Desde 2019 las muertes en cárceles y comisarías superaron por lejos las cifras del gatillo fácil y otras modalidades. El motivo es el aumento exponencial de la población carcelaria dado por el uso corriente de la prisión preventiva.
Así, la mayor cantidad de personas presas no tienen condena y lo están por delitos menores.
Vemos cómo está situación, que ya era grave, empeora con las políticas de funcionarios admiradores de la violencia y la represión, que promueven modelos de torturas y malos tratos a lo Bukele.
Sobre la violencia que ya vive el pueblo rosarino producto de políticas nefastas que dicen combatir el narcotráfico con los mismos que lo organizan, ahora se suman hechos aberrantes como los que padecieron los presos de la carcel de Piñero.
