Lectura: 2 min.

Fabián Exequiel Enrique, “El Fabi”, tenía 17 años y vivía en el barrio Los Eucaliptos de Quilmes. En la mañana del 6 de febrero de 2018, fue fusilado con tres disparos en la espalda por el oficial Braian Darío Montes, del Grupo Halcón de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
El policía escapó del lugar y sólo se presentó a las autoridades un día más tarde, acompañado por uno de sus jefes y después de inventar una versión que le garantizara impunidad: que tres personas quisieron asaltarlo y que disparó para defenderse del ataque armado de uno de ellos. Testigos y pericias desbarataron el intento y el policía fue detenido casi dos meses después. Poco después se confirmó la regla no escrita pero siempre vigente para beneficiar como sea a cualquier uniformado. La prisión preventiva se convirtió en detención domiciliaria, a pesar que tanto la fiscalía, como la madre de Fabián, organizada en CORREPI, acusan por homicidio agravado por su condición de funcionario policial, delito que contempla la pena única de prisión perpetua.
El fusilamiento de Fabián ocurrió apenas días después de que el entonces presidente Mauricio Macri recibiera y abrazara a otro fusilador, el bonaerense Luis Chocobar. Con la calificación de “héroe” se inauguró la doctrina Chocobar, a la que poco después Patricia Bullrich diera carácter normativo con la Resolución 956/2018, que legitimó la pena de muerte extralegal, el gatillo fácil, cuya derogación logramos a fuerza de lucha y movilización.
Hoy, con la causa ya radicada en el Tribunal Oral nº 1 de Quilmes, estamos en el tramo final hacia el juicio, que la defensa del policía incesantemente intenta postergar, echando mano a cuanto recurso técnico existe. Desde CORREPI, junto a la familia y amigxs de Fabián, exigimos que el Tribunal de Casación Penal rechace los planteos dilatorios del fusilador, y se fije fecha para iniciar el debate.
Y, en las calles, gritamos a viva voz:
¡Por Fabián y por todxs, basta de gatillo fácil!
¡Fabián Exequiel Enrique presente!

Comments

comments