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Úrsula Bahillo (18) fue asesinada a puñaladas por el policía de la bonaerense Matias Ezequiel Martínez (25). Úrsula había realizado decenas de denuncias a la policía (si, la misma fuerza que integra su femicida), había pedido el botón antipánico que la justicia nunca le entregó, y cuando quiso realizar la denuncia en la Comisaría de la Mujer, no se la tomaron “porque era sábado”.

Familiares, amigxs y vecinxs de Úrsula se manifestaron ayer, y la bonaerense de Berni (si, una vez más la misma fuerza que integra su femicida) respondió con más represión, con detenciones y sacando a gases y balazos limpios en la cara a quienes se concentraron movilizadxs por la bronca.

¿Cuántas muertas más tenemos que contar? ¿Cuántas veces calladas las denuncias? ¿Cuántas veces hay que verse muerta hasta terminar estándolo? ¿Cuánta más represión como respuesta?

En lo que va del año ya son 44 femicidios en 40 días. En nuestro Archivo de Casos advertimos que, en un porcentaje importante, los casos registrados de víctimas mujeres en manos del aparato represivo estatal, se relacionaban con situaciones de violencia machista y patriarcal.

En el caso de los femicidios de uniforme, el índice ha sido creciente, hasta llegar hoy a 389 femicidios sobre un total de 671 víctimas mujeres.
Estimamos, tomando como base los registros existentes a nivel nacional que, a fines de 2020, una de cada cinco mujeres asesinada en un contexto de violencia de género es a la vez víctima de la violencia estatal, encarnada generalmente en el arma reglamentaria.

La policía no nos cuida, muy lejos de eso la policía nos mata, encubre a femicidas y violadores.

El estado no es cómplice, los policías no son buenos o malos, ni necesitan una buena formación. El estado es responsable y represor.

La lucha es organizada

¡Exigimos justicia por Úrsula!

Ni Una Menos

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