En la entrevista que la jueza mantiene con Buscarolo, dando una versión que contradice con hechos, peritos y testimonios de los testigos presentes en ese día, el asesino se muestra arrepentido por haber actuado de esa manera y reconoce las consecuencia, indicando que tuvo la predisposición y brindó la atención que Iago necesitaba. Casabayo suma que Buscarolo es un padre de familia y considera beneficiarlo con una domiciliaria, su fundamento más fuerte: las cárceles están sobrepobladas. Sí, lo están, de pobres acusados por delitos menores a la propiedad mientras que casi una decena de asesinos de nuestras pibas y pibes se encuentran profugados o como en este caso con una domiciliaria; el beneficio que se le brinda a los represores por ejercer el control social en nuestros barrios.
La jueza no solo se ha manifestado a favor de las fuerzas armadas sino que carga en contra de la integridad de los familiares de Iago que sufren amenazas constantes, así como de varios testigos y vecinos que los han acompañado en esta lucha.
Desde CORREPI caminamos codo a codo en la lucha de los familiares de Iago y de todas las pibas y pibes asesinados por el aparato represivo del estado repudiando enérgicamente la decisión de la jueza Casabayo, exigimos cárcel común a José Pérez Buscarolo y a cada asesino de nuestras pibas y pibes.
Una vez más será la fuerza que empuja desde abajo y entre todos, la que cargue contra los intentos de debilitarnos por parte de quienes creen que nuestras vidas valen menos que las suyas.
Por cada pibe y en cada calle nos verán marchando y gritando frente a la represión: ¡organización y lucha!