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El 23 de marzo del 2019 Federico “Pochi” Barrios fue fusilado a manos de la sargento Jacqueline Italo en el barrio Ezcurra, localidad de Virrey del Pino. “Pochi”, como le decían su familia y sus amigxs, iba en bicicleta a la casa de su hermano y hermana cuando se percato de que lo perseguían en una moto particular. La sargento disparó usando su arma reglamentaria, a pesar de que lxs vecinxs habían salido de sus casas gritando que se detenga y así ayudar a Federico. Pese a los gritos, Italo lo fusiló por la espalda.
Como suele pasar en la mayoría de estos casos, se arma una operación donde se busca que el victimario pase a ser victima y al contar con el respaldo de todo el aparato policial y judicial, logran que su versión de los hechos sea “la verdad”.
De este modo comenzó la lucha organizada de Mirta, madre de Pochi, para terminar con el encubrimiento del estado y lograr una condena para los responsables de la muerte de su hijo.
Federico se suma a la lista de los 7587 pibes asesinadxs por miembros de las fuerzas represivas del estado. Por eso son necesarias las medidas que reclamamos como parte de nuestra Agenda Antirrepresiva Urgente, como la prohibición del uso del arma reglamentaria fuera de servicio y la derogación de todo el sistema de detenciones arbitrarias, que podrían reducir el impacto de la represión, sobre todo en los barrios más humildes que es donde más se siente el hostigamiento y la estigmatización.

Por Pochi y por todxs
Basta de gatillo fácil

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